Ingredientes:
- Huevo, 1
- Aceite, 200 ml
- limón la mitad del limón
- Sal
Pero todo esto no supone ningún problema, pues la solución es tan sencilla como no echar todo el aceite a la vez, sino empezar con la mitad o las dos terceras partes y el resto ir añadiéndolo poco hasta que la mayonesa tenga la textura adecuada. Veamos cómo se hace.
Paso 1
En un vaso limpio de batidora ponemos un huevo crudo, una pizca de sal, y la mitad o las dos terceras partes del aceite .
Paso 2
Apoyamos el brazo de la batidora en el fondo del vaso y empezamos a batir a velocidad media sin mover la batidora hasta que veamos que se han mezclado completamente todos los ingredientes y la mezcla empieza a blanquear.
Paso 3
En ese momento subimos a la velocidad turbo y vamos añadiendo el aceite restante poco a poco mientras movemos la batidora de arriba a abajo despacito hasta que tenga la textura que buscamos. Puede que nos sobre un poco de los 200 ml de aceite o que tengamos que añadir un poco más, pues dependerá del tamaño del huevo, como ya hemos visto más arriba, y también de para qué vayamos a utilizar la mayonesa si es para una ensaladilla nos puede interesar más líquida, y si es, por ejemplo, para meterla en una manga y decorar unos nos interesará que tenga más cuerpo .
Paso 4
Lo óptimo en el caso de la mayonesa casera es consumirla en el momento, para untar pan y preparar sándwiches, para huevos rellenos, para acompañar mariscos, patatas fritas, ensaladas, y un montón de cosas que se os ocurra. Pero si sobra también se puede conservar.
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